Otorrinolaringología – Cirugía de Cabeza y Cuello – Cirugía Plástica Craneofacial
Aunque es un concepto relativamente nuevo en Sudamérica y en Chile, los otorrinolaringólogos con formación de subespecialidad en cirugía de cabeza y cuello llevan muchos años de desarrollo e instalados como un estándar en Norteamérica, Australia y Europa. Corresponden a otorrinolaringólogos que con posterioridad a completar un programa de especialidad formal realizan un entrenamiento que habitualmente es de uno o dos años en cirugía de cabeza y cuello, y cumplen un rol fundamental en el tratamiento de un ámbito extenso de enfermedades que afectan a esta zona del cuerpo como cáncer, infecciones severas y malformaciones.
El entrenamiento posterior a la especialidad se puede desarrollar en algunos casos a través de una estadía de observación (observership), en la cual el otorrinolaringólogo observa cirugías y atención en consulta, pero no participa de manera clínica formal en esas actividades. En otras oportunidades el entrenamiento se puede realizar a través de una estadía de investigación (research fellowship), en la cual el otorrinolaringólogo participa en actividades de investigación en áreas de la subespecialidad, pero no participa en actividades formativas clínicas. Por último el entrenamiento se puede desarrollar a través de un fellowship clínico (clinical fellowship) en el cual el otorrinolaringólogo participa de un competitivo proceso de postulación con un listado de médicos de todo el mundo para acceder a muy pocos cupos de formación clínica de subespecialidad formal en algún centro de nivel mundial. Durante ese período el médico es contratado como un staff joven en formación de la subespecialidad (junior faculty) en el centro donde realiza un entrenamiento que incluye realizar cirugías, actividades docentes, atención en policlínico, y realizar turnos de urgencia de la subespecialidad, entre otras actividades. Habitualmente un fellowship clínico es la manera más reconocida internacionalmente de acceder a una formación de subespecialidad en cualquier disciplina de la medicina.
En casos de tumores el otorrinolaringólogo y cirujano de cabeza y cuello se encarga de la cirugía resectiva, es decir de extirpar el tumor o cáncer, así como también muchas veces de planificar la reconstrucción del defecto posterior a la resección. La reconstrucción es funcional (es decir, orientada a permitir una adecuada rehabilitación de la función de la estructura operada), y se debe considerar el aspecto oncológico, en el sentido de permitir el tratamiento con radioterapia, quimioterapia o inmunoterapia de manera oportuna. Además, se considera el aspecto estético en la reconstrucción, todo esto de manera individualizada para cada paciente, considerando sus requerimientos y las posibilidades reales y específicas factibles caso a caso.
¿Cuáles son las condiciones tumorales más frecuentes que afectan la cabeza y cuello? El otorrinolaringólogo que además tiene formación formal en cirugía de cabeza y cuello tiene la ventaja que puede realizar e interpretar toda la evaluación con una serie de exámenes como laringoscopía y nasofaringoscopía para evaluación de la faringe y las cuerdas vocales, narrow band imaging, electromiografía laríngea y otros para una correcta planificación pre operatoria y evaluación post operatoria.
- Cáncer de piel: Que pueden corresponder a carcinomas o melanomas en la piel de cabeza y cuello.
- Patologías de tiroides, principalmente nódulos y cánceres de tiroides.
- Tumores de la cavidad oral, orofaringe o laringe: Los más frecuentes son los tumores de lengua, amígdalas y cuerdas vocales.
- Tumores de glándulas salivales: Como tumores de parótida o glándula submaxilar.
- Tumores de cavidades paranasales: Que corresponden a tumores de fosa nasal, tumores de senos paranasales, o tumores de base de cráneo.
- Tumores de cuello: Como quistes o malformaciones congénitas o adquiridas.
¿Qué síntomas se pueden asociar a tumores de cabeza y cuello?
Dentro de los síntomas generales de enfermedades en la región de cabeza y cuello se incluyen los siguientes:
- Aumento de volumen o hinchazón en alguna parte de la cabeza o el cuello.
- Problemas para tragar o dificultad para respirar progresivo.
- Dolor para tragar progresivo que dura más de 2 semanas.
- Cambio en la voz o disfonía.
- Úlceras que no cicatrizan en un plazo de 2 semanas en la mucosa oral o nasal.